El futuro de la agricultura
La introducción de tecnologías digitales en la agricultura es la clave para una producción de alimentos más eficiente y sostenible, así como para reforzar la seguridad alimentaria de la población mundial. La integración de las nuevas tecnologías permite mejorar el rendimiento de la producción y aumentar la creación de valor en la industria agrícola. A nivel mundial, y también en México, la transformación digital de las zonas rurales donde la agricultura es más intensiva es un cambio profundo que la industria tendrá que enfrentar en los próximos años.
Con aproximadamente 32,4 millones de hectáreas de tierra agrícola, México tiene la oportunidad de impulsar su economía con la ayuda de las nuevas tecnologías. Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, destacó que el sector agrícola es un sólido pilar del crecimiento económico y una fuente de riqueza para la población, y añadió que el gobierno mexicano ya ha iniciado una importante transformación en la agricultura del país. Los actores privados, estatales y sociales deben, mediante una cooperación equitativa, digitalizar las cadenas de valor de forma sostenible con la ayuda de inversiones nacionales e internacionales.
Los efectos del cambio climático como los cambios meteorológicos drásticos, el calor extremo, las sequías y las temporadas de lluvia especialmente intensas aumentan considerablemente de año en año y dificultan el funcionamiento estable de la producción agrícola. Con la ayuda de tecnologías inteligentes, se pueden mantener bajas las pérdidas financieras de los agricultores, incluso en condiciones difíciles, y se puede garantizar la seguridad alimentaria. La digitalización del sector tiene un impacto especialmente positivo en la vida de muchos agricultores. El mayor valor añadido en la recolección y transformación de los productos, contribuye a la reducción de la pobreza rural y, por tanto, promueve el desarrollo de estas regiones.
Sin embargo, no hay que olvidar que los nuevos sistemas inteligentes requieren de una infraestructura digital estable, lo cual no está garantizado en todas las regiones de México, y la aceptación de las nuevas tecnologías por parte de los agricultores acostumbrados a los métodos tradicionales también juega un papel importante. El gobierno y las industrias mexicanas deben esforzarse por aplicar las nuevas tecnologías de forma rápida y generalizada, ya que es la mejor manera de aprovechar los beneficios de la industrialización.
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